Sistema que detecta tsunami termina etapa de proyecto y busca respaldo para mantener y ampliar sus potencialidades

Observatorio del Departamento de Geofísica de la U. de Concepción

A su actual labor de monitoreo de tsunami y marejadas, puede sumar la detección de marejadas, seguimiento de derrames de petróleo, apoyo a la búsqueda y rescate marinos y observación de variables oceánicas que afecten la vida marina.

 

El sistema de radares para detectar amenazas marinas en las costas de Bío Bío y Ñuble, como tsunamis, marejadas, marea roja y pesca ilegal, pionero en América del Sur, terminó los dos años y medio que duraba como proyecto y ahora comienza su operación sistemática. Y a pesar de su demostrado potencial para reducir los riesgos oceánicos, su sostenimiento en el tiempo corre el riesgo de truncarse por falta de financiamiento.

Así lo explicó el director del Sistema Integrado de Observación del Océano, doctor en geofísica Dante Figueroa Martínez, tras exponer en la reunión de cierre del proyecto realizada ante entidades asociadas del programa como la Universidad de Concepción, Armada de Chile, municipalidades y Portuaria Cabo Froward. Allí se expuso cómo nació la iniciativa, que tuvo un financiamiento inicial de Innova/Corfo, además de respaldo en recursos de la casa de estudios.

El Observatorio desarrollado en el Departamento de Geofísica de la U. de Concepción busca ser una solución a los impactos y riesgos oceánicos permanentes que afectan las actividades costeras económicas, habitacionales, recreativas y turísticas, de transporte e infraestructura. Y para ello se basó en la instalación y operación de un sistema de radares marinos de alta frecuencia, con el apoyo de sensores de variables biológicas y químicas del mar.

Los radares del Observatorio están instalados en la costa de San Pedro de la Paz y en el faro Hualpén, ubicado en el extremo norte de esta península. Desde allí se monitorea cada 33 segundos hasta 60 kilómetros mar adentro, operación realizada por un software con control remoto que envía datos en tiempo real a un servidor instalado en Geofísica. Así ya detecta tsunamis y marejadas, pudiendo aumentar su cobertura a 250 kilómetros de distancia –lo que sumaría valiosos minutos de alerta en caso de tsunami-; además de iniciar el seguimiento de derrames de petróleo, detección de marea roja y de barcos, apoyo a la navegación y a tareas de rescate y conocimiento de las condiciones del mar como acidificación y cantidad de oxígeno.

El capitán de Puerto de San Vicente, capitán de fragata Rodrigo Zambrano, destacó el potencial del sistema CHIOOS, “pudiendo aportar en la protección de las recién creadas áreas marinas protegidas de la pesca ilegal, además de lo fundamental que ya es el aviso de arribo de un futuro tsunami”.

Pero para mantener sus actuales monitoreos de marejadas y tsunami, y con mayor razón para ampliar sus capacidades, requiere financiamiento. Dificultad propia de los inicios de programas inéditos, al menos en Chile y Sudamérica, pues Estados Unidos posee más de 300 radares de este tipo para sus necesidades. Aunque su uso como detector de tsunamis es inédito en Chile, explicaron en la exposición del cierre del proyecto las investigadoras asociadas al mismo, la doctora en oceanografía Carolina Parada Véliz y la doctora en ciencias físicas Ignacia Calisto Burgos.

En tanto, el Observatorio recibió en la ocasión también el respaldo del Director de Investigación de la UdeC, Dr. José Becerra Allende; y del decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Dr. Roberto Riquelme Sepúlveda. También asistió a la actividad de cierre, el director del Departamento de Geofísica, Andrés Sepúlveda Allende y académicos de la repartición.

 

Equipo del Observatorio, docentes e instituciones asociadas.

Dr. Dante Figueroa