El miércoles 27 de noviembre, a las 10 de la mañana, se llevó a cabo la ceremonia de inauguración de la Estación Ionosférica J3P, en el campus Las Mariposas de la U. Adventista de Chile (UNACH) en Chillán, todo esto gracias a un convenio de colaboración entre dicha casa de estudios, y nuestra Universidad de Concepción.
La J3P es la continuadora de la Estación Ionosférica J3O, también dependiente del DGEO, que fue instalada en el Fundo Bellavista (donde antiguamente funcionaba el DGEO), con motivo del “Año Geofísico Internacional en 1957-58”. La Universidad de Concepción, mantuvo en funcionamiento esta estación hasta el 14 de junio de 2012, bajo la dirección del Profesor Alberto Foppiano, y para ello se debió sortear múltiples dificultades: traslados de ubicación y propiedad, cambios significativos de tecnología y del medio radioeléctrico, además del efecto de los dos terremotos más destructivos del país con epicentros a menos de 400 km de la Estación.
En la ceremonia participaron autoridades de la UNACH, como el Encargado de Relaciones Públicas Tomás Parra, acompañado de Anselmo Aguilera, Pastor de la Iglesia y el Vicerrector Académico Ramón Pérez. De la casa de estudios penquista participaron los Académicos del DGEO Alberto Foppiano y Elías Ovalle, y el Vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación Bernabé Rivas, quien en su discurso manifestó: “Esperamos que el compromiso de nuestras instituciones, y de las personas asignadas por estas, garantice una operación sistemática y continua de esta estación ionosférica por muchos años”.
Una estación ionosférica está básicamente formada por un radar que opera con ondas radioeléctricas de frecuencias de entre aproximadamente 1 y 25 megaHertz. Tiene además un transmisor y un receptor conectados por líneas de transmisión con antenas asociadas, las que tienen decenas de metros de largo en virtud a las frecuencias usadas. El radar envía pulsos en todas direcciones y recibe los ecos de estos pulsos producidos por las regiones electrizadas de la atmosfera terrestre (la ionosfera), desde unos 100 a 500 km de altura, dependiendo de diversas condiciones.
El análisis de los ecos permite determinar la distribución vertical de la concentración electrónica de la ionosfera sobre la estación ionosférica. Hay cientos de estaciones ionosféricas repartidas en todos los continentes, pero hay solo una en Chile hasta la fecha. La sigla usada para denominar una estación indica los sectores de latitud y de longitud donde se ubica y el orden en la secuencia de estaciones ubicadas en un mismo sector. En nuestro caso es el sector de latitudes medias del sector americano de longitudes, con P siguiendo a la O en el orden de instalación.