En Chile se conoce impacto real de un sismo grande en sólo 10 minutos

Sistema aplicado por expertos del Centro Sismológico Nacional

La información se entrega al SHOA y a la ONEMI para alertar de maremotos y responder pronto a los efectos en las personas y la infraestructura, explicó profesional del CSN en charla organizada por el Departamento de Geofísica de la Universidad de Concepción.

El Centro Sismológico Nacional ocupa un novedoso sistema para conocer la magnitud e intensidad de un terremoto de magnitud mayor a 6,5 grados, que le permite informar a la ONEMI y al SHOA sólo 10 minutos después de ocurrido el movimiento telúrico. Antes, esta completa información era entregada en 30 minutos. Se trata de la Fase W y del software Shakemap, explicó Carolina Espinoza Infante, experta que trabaja en la institución oficial chilena que monitorea los sismos.
El tiempo de información desde el Centro a la ONEMI y al SHOA es muy importante para alertar a la población ante la posible ocurrencia de un maremoto y para activar los mecanismos de respuesta ante emergencias por causa de estos fenómenos naturales. Información que incluye el lugar del epicentro u origen del sismo, la magnitud de la energía liberada por el temblor y la intensidad del movimiento o aceleración del suelo.
“Estos parámetros son muy importantes para determinar con exactitud el daño que provoca un terremoto, ya que sabiendo que es de magnitud 7,3°, por ejemplo, no es suficiente para conocer su real impacto, ya que también debemos conocer la profundidad en que se produjo y la aceleración o intensidad del movimiento en lugares específicos”, explicó la física de la Universidad de Chile.
Carolina Espinoza informó de estas novedades en la detección de terremotos en una charla organizada por el Departamento de Geofísica de la Universidad de Concepción. Ella contó que la implementación de esta Fase W en el CSN la realizó el jefe de Operaciones de la institución, Sebastián Riquelme.
Además, la información del sismo se grafica en mapas generados por el sofware Shakemap, en el que se puede observar una zona de Chile en distintas tonalidades, desde las zonas sin efectos hasta las más afectadas por el terremoto, incluyendo la intensidad o movimiento real del suelo en sectores específicos como ciudades. De esta manera, la información permite focalizar las alertas y las ayudas.
El procedimiento ya fue ocupado en los terremotos de Melinka, Chiloé, de septiembre de 2015; y en el de Valparaíso, en abril de 2017. Sin embargo, el mapa está en fase de prueba, no siendo parte aún del protocolo oficial.