“Chile es excelente en resistir y superar emergencias, pero malo en regulación de la gestión de riesgos”

 

Experta propone nuevo modelo para enfrentar catástrofes naturales

 

“Cualquier sistema de gestión de riesgos naturales puede y debe ocupar el modelo de sistemas complejos de la organización ergonómica para entornos de trabajo dinámicos y complejos”, opinó la doctora en ergonomía Fabiola Maureira Carrasco tras realizar su charla “La Compleja Gestión Colectiva de los Incendios Forestales”, organizada por Geofísica de la Universidad de Concepción.
La experta expuso acerca de su experiencia en el trabajo en combate de incendios, pero explicó que puede extrapolarse a cualquier gestión de riesgos integral e incluso a otras áreas.
Tras referirse a lo vivido por Onemi para el terremoto de 2010 o la situación más actual de no tener claridad de decretar o no alerta temprana en Chiloé por inundaciones, Maureira expuso que en Chile tenemos excelente capacidad resiliente, es decir, de enfrentar y superar emergencias naturales, pero “tenemos malas o nulas regulaciones realizadas en frío, posteriormente, que nos sirvan para enfrentar entornos cambiantes”.
Explicó que el modelo de gestión de sistemas complejos desarrolla monitoreo, trabajo colectivo, anticipación y vigilancia que permiten mantener la situación compleja en límites adecuados para su control, de tal manera que la estrategia de gestión tenga una preparación, pero que además vaya siendo modificada según la lectura de la situación que tengan del entorno todos quienes operan en forma colectiva.
Ello supone priorizar un trabajo de colaboración y aprendizaje continuos para una acción colectiva, en sincronía cognitiva, es decir, sabiendo lo que el otro y el equipo deben hacer y con un lenguaje común. “Ello significa romper con el paradigma del héroe autónomo y autosuficiente, que desarrolla a la perfección un trabajo individual”, destacó la doctora en ergonomía.
El sistema se basa en el modelo de consciencia de la situación o Modelo de Endsley y en una estrategia para responder a las perturbaciones del entorno, entre otras teorías.